martes, 3 de marzo de 2015

Los primeros libros

 lo largo de la historia de la escritura esta tuvo diferentes soportes, que van desde la piedra hasta los actuales soportes digitales, pasando por una gran variedad de materiales diferentes.
Sin embargo, el significado etimológico de las palabras biblos y liber quieren decir “corteza interior de un árbol”, por lo que formalmente no podríamos considerar como libro, aquello que tuviera un soporte diferente del papel.
Los primeros en usar un material similar al papel fueron los egipcios que elaboraron los papiros(siglo IV a. de C. aprox.) y los chinos (siglo II a. de C. aprox.), quienes elaboraban unas láminas realizadas con bambú y cuerdas.
El papiro era elaborado con los tallos de un planta del mismo nombre, la cual era machacada con martillos para formar la hoja mientras la planta todavía estaba húmeda. Los rollos de papiro eran mucho más fáciles de transportar que otros soportes (como las tablillas de madera o arcilla) y su uso se extendió rápidamente a Grecia y Roma.
Hacia finales de la Edad Antigua y principios de la Edad Media, aproximadamente entre los siglos II y III d. de C., el libro ya no consistía en un rollo, sino que se organizaba en hojas cosidas y se denominaba códice.
Esta forma de organizar la escritura hace al libro más manejable, tanto para escribir, como para leer, permite apoyarlo sobre la mesa y llegar fácilmente a cualquier punto del texto.